bajoelagua de solaris

bajoelagua de Solaris

Los griegos tenían un dios,
Hades, que reinaba en el inframundo y era hijo de Cronos (Tiempo) y de Rea (Tierra). El inframundo era el lugar de los muertos, donde vagaban como sombras que podían ser convocadas por los vivos bajo la forma de recuerdos, emociones, presentimientos, extrañas evocaciones.

Homero, por ejemplo, presenta en la Ilíada a Aquiles abrazando el espectro, "una sombra sin cuerpo", de su amado Patroclo. En el mito de Orfeo y Eurídice, al perder Orfeo a su amada mordida por una serpiente, se dirige desconsolado al Hades y, gracias al encantamiento de su música, logra sortear a los vigilantes Cerbero y Caronte, una vez allí convence a
Perséfone la que le promete recuperarla con la condición de que salga del Hades sin mirar atrás. Orfeo comienza su viaje pero lo angustia escuchar los pasos de su amada cada vez más débiles. Se da vuelta y la pierde para siempre.

Esa misma sensación de pérdida me alcanza cuando, por un momento, me distraigo y se rompe el hechizo, el compromiso transitorio y fugaz que me une con una expresión artística, sea del tipo que sea, cine, música, literatura, plástica. El disfrute requiere dedicación. El arte tiene, para mí, la capacidad -que en Solaris, tiene su océano- de evocar las sombras evanescentes de nuestros recuerdos de cosas ya vividas (aunque algunas raras veces nos parezcan ajenas, como vividas por otro/a).


martes, 23 de agosto de 2011

Pequeño diccionario indoamaricano

Rocambole

Este es un pequeñísimo e incompleto diccionario de términos muy significativos en algunas pocas lenguas indias de las que hoy se hablan en Sudamérica y Centroamérica y su equivalente en castellano. Los términos elegidos son Nosotros, Ellos/as, Yo, Hombre y Mujer y su equivalente o equivalentes en cinco lenguas indoamericanas: Maya y Nahuatl (Centroamérica), Aymara, Guaraní y Quechua (Argentina y gran parte de sudamérica).

Solo tiene el sentido del disfrute, de apreciar la belleza encerrada en las palabras, de su sonido y de su potencialidad descriptiva, similar a la de la música. Pero a la vez tienen, para muchos de nosotros, esa ajenidad que las hace misteriosas. Son, sin embargo palabras comunes, que hacen referencia a cosas muy comunes.

nosotros/as:
maya: to´on
nahuatl: teech, tehan, tehuantin
Aymara: nanaka, nayanaka
Guaraní: (?) /  todos: paré, mayma
Quechua (Arg): nugayku

Ellos/as:
maya: letio´ob
Nahuatl: quin-
Aymara: jupanaka
Guaraní:ka´ekuéra
Quechua (Arg): paykuna

Yo:
Maya: kin, in, teen, tin
Nahuatl: neh-, nehuatl
Aymara: na, naya
Guaraní: che, yo mismo: che ae / yo sólo: chénte
Quechua (Arg): noga

hombre:
Maya: may, wiinik, xib, xiib, máak
Nahuatl: tlacatl / hombre afeminado: cuilontli / hombre mono: tlacaozomatl /
             hombre blanco; tlacataztalli / buen hombre, tranquilo: yocoxcatlacatl
Aymara: chacha / hombre mono: jukumari / hombre joven: wayna / hombre blanco:  misti
Guaraní: ava, kuimba´e
Quechua (Arg): hombre joven: chango, moso, ututak / varón, persona: qari

Mujer:
Maya: xch´uup, ko´olelm / femenino: ch´up / esposa: atan
Nahuatl: cihuatl / mujer amada: cihuatzin / mujer hermosa: quetzalcihuiatl
Aymara: warmi, marmi / joven soltera: tawaqu, lulu /mujer delgada: suk´a /
             mujer de edad: jach'amama / mujer casada: chachani
Guaraní: kuña
Quechua (Arg): warmi / mujer elegante, coqueta: chura / mujer embarazada: chichu

Cuántas palabras para decir hombre y mujer, es sorprendente que tengan una palabra para nombrar cada situación y particularidad. A mi que no soy especialista, es decir, linguista o filólogo, esa riqueza me impresiona. (Fuente: Diccionarios de lenguas Amerindias y Diccionario Freelang).

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jueves, 18 de agosto de 2011

hay un futuro posible mejor que el presente

Carta abierta a los que creen que hay un futuro posible mejor que el presente

Hay dos mundos que se perfilan en el siglo XXI y no están separados por fronteras geográficas ni raciales ni de creencias. Porque el mundo, nos guste o no, se ha globalizado.

Está, por un lado, el mundo de los que se empeñan en que el siglo XXI sea en lo esencial como el XX, un mundo basado en la explotación del hombre y de la naturaleza, en la imposición de la voluntad de unos, las minorias, sobre los derechos de otros las mayorías. Un mundo basado en la ilusión de un crecimiento sin límites, en beneficio casi exclusivo de unos pocos individuos cuyo mundo, en todas las medidas en que puede un hombre construir su mundo, está alejadísimo del mundo en el que viven la mayoría de las personas. Y desde esa especie de "Xanadú" deciden sobre la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad, la paz o la guerra de los millones que componemos la población del planeta y a eso lo llaman "las reglas del juego" y si te apartás de ellas te vigilan primero y si encuentran que sos realmente peligroso te castigan. Pero todo acomodado no a una ley escrita y común para todos sino al ritmo y al modo que le dictan sus intereses. Cuando esos modernos émulos de Charles Foster Kane hacen negocios muchos otros en alguna parte del mundo lo pierden todo. Es un mundo donde lo que impera es la división, el conflicto y la dominación.

Está, por otro lado, el mundo de los que quieren que el siglo XXI sea totalmente diferente del siglo XX, un mundo donde lo que reine sea la unidad en la diversidad, el respeto por la diferencia y la autodeterminación, el cuidado del medio ambiente y la inclusión de toda la sociedad en los beneficios del aumento del conocimiento y de las tecnologías. Las tecnologías actuales permiten que el conjunto de la humanidad de un enorme salto liberador y de creatividad si su aplicación deja de basarse exclusivamente en el beneficio económico empresario y son incorporadas a los derechos humanos elementales. A los derechos humanos básicos ya consagrados pero aún no totalmente satisfechos: Alimentación, Salud, Vivienda, Trabajo debe incorporarse el derecho fundamental a la información y a la comunicación libre y sin restricciones de los seres humanos.

Este mundo nuevo que está en el futuro y al cual llegaremos inexorablemente por el camino de la liberación de las conciencias, por el camino de la paz y de la democracia. Desarmando al monstruo destructor pieza por pieza y destruyendo los planos sobre los que fue construido. O lo haremos por el camino malo, el largo de la decadencia, de la destrucción, de las penurias y de la muerte. De nosotros depende.
Por eso hay que celebrar y acompañar cuando alguien, sea pueblo o gobernante, se aparta del rebaño y hace aquello que los que mandan indican que no debe hacerse: decidir en libertad y en democracia el futuro, sin tutelas, sin socios ni recetas que te llevan al desastre.

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