bajoelagua de solaris

bajoelagua de Solaris

Los griegos tenían un dios,
Hades, que reinaba en el inframundo y era hijo de Cronos (Tiempo) y de Rea (Tierra). El inframundo era el lugar de los muertos, donde vagaban como sombras que podían ser convocadas por los vivos bajo la forma de recuerdos, emociones, presentimientos, extrañas evocaciones.

Homero, por ejemplo, presenta en la Ilíada a Aquiles abrazando el espectro, "una sombra sin cuerpo", de su amado Patroclo. En el mito de Orfeo y Eurídice, al perder Orfeo a su amada mordida por una serpiente, se dirige desconsolado al Hades y, gracias al encantamiento de su música, logra sortear a los vigilantes Cerbero y Caronte, una vez allí convence a
Perséfone la que le promete recuperarla con la condición de que salga del Hades sin mirar atrás. Orfeo comienza su viaje pero lo angustia escuchar los pasos de su amada cada vez más débiles. Se da vuelta y la pierde para siempre.

Esa misma sensación de pérdida me alcanza cuando, por un momento, me distraigo y se rompe el hechizo, el compromiso transitorio y fugaz que me une con una expresión artística, sea del tipo que sea, cine, música, literatura, plástica. El disfrute requiere dedicación. El arte tiene, para mí, la capacidad -que en Solaris, tiene su océano- de evocar las sombras evanescentes de nuestros recuerdos de cosas ya vividas (aunque algunas raras veces nos parezcan ajenas, como vividas por otro/a).


martes, 7 de diciembre de 2010

El arte en la agenda de Cristina Kirchner

 Por: Alicia De Arteaga, Martes 7 de diciembre de 2010

Como estaba previsto, Ejercicio plástico , la inmortal obra (de) Siqueiros... fue el fondo para la foto durante la (reciente) visita del presidente Felipe Calderón a la rehabilitada Aduana Taylor.
No se habla de números, pero ningún museo de nuestro país ha recibido la inyección de fondos que demandó la puesta a punto de la vieja Aduana, marco ideal para el mural del milagro, que tras dieciocho años de encierro en un cárcel de chapa y humedad ha vuelto a ver la luz en un estado glorioso.
Fue una decisión de Cristina Kirchner colocar esta joya del patrimonio universal en el centro de las celebraciones del Bicentenario, que hermanan a nuestro país con México. Sólo ella pudo destrabar un litigio de años con la empresa Dencanor.
La saga de esta pieza clave del muralismo, que anticipa nuevas técnicas pictóricas, comenzó con una historia de amor, la de Siqueiros y Blanca Luz Brun, siguió con una maraña de intereses económicos y culmina en el podio de la política.
Curioso destino, sólo posible a partir de que el mural fue desbastado de las paredes del sótano de Don Torcuato por los ingenieros Del Carril y Fontán Balestra para cumplir un destino itinerante.
Pero no sólo el mural es prioridad en la agenda presidencial. Otro tanto sucede con la difusión del arte argentino en el exterior.
Está previsto que la Presidenta incluya una muestra en cada salida al exterior, y avanzan las negociaciones para que nuestro país cuente con un espacio expositivo digno en la próxima edición de la Bienal de Venecia. Todo indica que en junio de 2011, cuando abra sus puertas una nueva edición de la bienal creada por Humberto de Saboya en el siglo XIX, la Argentina tenga casa propia. No será en los Giardini ni en los Arsenales, pero los bien informados aseguran que será un espacio "palaciego".

aarteaga@lanacion.com.ar
Twitter: @alicearte

A juzgar por el contenido de la nota, para Alicia de Arteaga, "Lo cortés no quita lo valiente". Enhorabuena


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