Como puede verse en las imágenes en el momento de totalidad la luna nos regaló un hermoso color rojizo-anaranjado sumamente brillante.
Nuestra compañera sideral ha atraído la atención de artistas, poetas y pensadores desde tiempos inmemoriales. Entre los Incas se creía que el eclipse era una manifestación de una enfermedad lunar y que si ésta se oscurecía totalmente caería y sería el fin del mundo. Para evitarlo hacían en éstas ocasiones todo el ruido que podían con sus instrumentos y azotaban a sus perros haciéndolos aullar de dolor, con la esperanza de que la luna al oír sus lamentos, y porque los amaba especialmente, se despertaría de su letargo. Los egipcios -que en Ysis honraban a la luna- festejaban los eclipses con un gran ruido de calderos y tambores. Festejar es un decir porque lo hacían para impedir que los espíritus maléficos lograsen traer la luna hacia la tierra mediante sus sortilegios. El ruido producido impedía que los malditos cánticos llegaran a ser escuchados por la luna.
Desde luego, la luna también despertó el interés de célebres científicos y artistas. En el Renacimiento, el gran Leonardo Da Vinci, fue el primero en dar una explicación del porque la luna nueva no es completamente oscura sino que posee un tenue brillo comparable con "una luz cenicienta". Así la llamaban en esa época.
En ese tiempo la creencia más aceptada afirmaba que la luna era algo así como una esfera perfecta de cristal (en realidad estaba hecha del quinto elemento o éter de los griegos) y, como tal, reflejaba los accidentes de la tierra como si de un espejo se tratase.
Leonardo afirmó que ese tenue brillo tenía su origen en el reflejo originado por la tierra de la luz solar, que en ese momento preciso de la luna nueva, no cae de manera directa sobre la luna. De modo que esa misteriosa luz cenicienta lunar era un reflejo de un reflejo.
Con la bellísima luz rojiza- anaranjada, o pardo-rojiza o todas las combinaciones de pardo, rojo y naranja que nos de la paleta estelar, pasa algo similar, pero en este caso su causa es la atmósfera terrestre que por difracción altera la luz solar cambiándole el color. Y el tipo de cambio o viraje del color depende de las condiciones particulares de la atmósfera en ese momento. Como todos sabemos nuestra capa vital, que nos protege del gélido frío de espacio, últimamente está muy alterada.
Para los que no pudieron verlo, en vivo y en directo, les pongo un video que compuse con un fragmento del tema Moonchild de King Crimson del álbum In The Court Of The Crimson King (1969).
video en resolución normal 480p
Si querés verlo en alta resolución (HD) mandate a mi canal en YouTube
Si estás interesado en los aspectos históricos y científicos del tema visita mi Blog enelaire
bajoelagua
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